
Monitor de precios de carne bovina - octubre 2024
Este informe tiene el propósito de analizar la evolución del precio de la carne bovina e indagar las razones de su comportamiento. Para ello, desde el Observatorio de Precios del CEPA, se realizó el presente análisis del rubro carne bovina[1], correspondiente al mes de septiembre de 2024. Como se ha señalado en informes precedentes, este rubro es significativo en la canasta de consumo de las y los argentinos, y por ello la carne representa, en la conformación del índice de precios al consumidor (IPC) entre 7% (GBA) y 13,3% (noreste) del total.
Parte 1. Evolución de precios de la carne durante el último año
Los precios en mostrador de los distintos cortes de carne bovina registraron una suba de 0,6% en el noveno mes del año 2024 con respecto al mes de agosto. En términos interanuales, a septiembre 2024, estos cortes incrementaron su precio 149,7%, por debajo del aumento general de precios de la economía (209,0%). En diez meses de la actual gestión, los precios escalaron 119,3%.
En septiembre se observó un impacto similar de los aumentos en los cortes caros e intermedios y una retracción en los cortes económicos. Los cortes que más aumentaron fueron los cortes “caros” con una suba de 0,8%, seguidamente los cortes “intermedios” que registraron una suba de 0,7% y finalmente los cortes “económicos” con una retracción promedio de 0,1%.
Las principales subas en los precios durante el mes de septiembre se dieron en pechito de cerdo (8,2%), pollo entero (4,3%) y vacío (3,7%). Estos incrementos pueden estar impulsados por la mayor demanda de otro tipo de carnes por sobre la bovina, más económicas, en el contexto de pérdida de poder adquisitivo de los ingresos.
Adicionalmente, es importante destacar la variación en la suba de precios de acuerdo al canal de comercialización. Como se observa en el siguiente gráfico, al igual que el mes de agosto, el precio promedio de la carne bovina en carnicerías mostró un alza mensual de 0,9%, resultando mayor que la registrada en los supermercados, donde se experimentó una retracción de precios de 0,1%.
Si tenemos en cuenta la evolución del precio de productos sustitutos a la carne bovina, el pollo, por ejemplo, registró en septiembre un aumento en su precio de 3,4% (en agosto había alcanzado una suba de 6,4%). El indicador que suele representar la relación entre el precio del asado en relación con el precio del pollo, es la brecha entre ambos bienes, la cual mide cuántos kilos de pollo pueden comprarse con el valor de un kilo de asado. Luego de alcanzar un pico de 3,5 en diciembre 2023 producto del fuerte aumento de la carne, bajó en mayo a 2,7 y se aceleró levemente en junio 2024 llegando a 2,82 producto del aumento de la carne en relación al pollo. Desde junio, a partir de los sucesivos aumentos del pollo por sobre los de la carne, la brecha se fue reduciendo hasta llegar, en septiembre, a 2,57.
En términos interanuales, todos los cortes de carne bovina incrementaron sus precios por debajo de la inflación general de la economía. Por otro lado, los cortes más representativos del consumo interno quedaron por debajo o en el mismo nivel de la variación interanual de precios del promedio de carne bovina: matambre (136%), asado (146%) y vacío (151%).
Parte 2. Análisis de los principales indicadores del sector y el impacto en el precio de la carne
1- El consumo interno de carne bovina en mínimos históricos a la par que aumentan las exportaciones
En los últimos años, los sucesivos aumentos de precios de la carne bovina produjeron una reducción en el consumo habiéndose reemplazado por otros tipos de carnes más económicas, como la aviar o la porcina. Según el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), se proyecta que el consumo per cápita de carne bovina de 2024 sea el menor de los últimos 110 años[2]. El consumo anual por habitante de carne bovina en 2024 se proyecta en 44,8 kg, por debajo del promedio histórico (72,9 kg.).
Asimismo, si tomamos en consideración los últimos 30 años, de acuerdo a los datos de la Secretaria de Agricultura, el consumo de carne bovina promedio per cápita, en el periodo 1994 a 2023, es de 60,2 kg, mientras que, en el año 2024, la proyección de consumo, según la BCR, alcanzaría 44,5 kg, es decir una baja de 15,7 kg.
Al considerar el promedio de los últimos doce meses, el consumo de carne bovina por habitante se ubicó en 47,5 kg/año en septiembre de 2024, levemente por sobre las proyecciones de la BCRA. En relación a un año atrás la caída fue de 10,9%. En tanto, el acumulado de los primeros nueve meses del año se ubicó en 46,8 kilos/hab/año y resultó 12,3% menor al registrado en igual período de 2023.
El descenso en el consumo interno de carne bovina es el reflejo de la capacidad de compra de los salarios que se ha deteriorado significativamente desde noviembre de 2023 a julio de 2024 (último dato disponible). El promedio ponderado del Índice de Salario del INDEC[3], registra una retracción en términos reales, de 10,4% en los primeros ocho meses del gobierno de Javier Milei.
El deterioro salarial modificó los hábitos de consumo en los hogares. El consumo de carne bovina fue desplazado por el de otras carnes más económicas como la aviar o porcina, que fueron ganando terreno a lo largo de los años. En 2024, por primera vez en toda la historia, el consumo de carne aviar igualaría al de carne bovina alcanzando los 44,5 kg per cápita anual.
Por su parte, el consumo de carne porcina viene creciendo significativamente a lo largo de los años, el 2023 alcanzó su pico máximo con 16,7 kg y la proyección para este año es de 16,4 kg.
En contraposición, en lo transcurrido de 2024 se incrementaron las exportaciones de carne argentina. El gobierno habilitó a comienzos de enero la exportación de todos los cortes, sean frescos, enfriados o congelados, tras perder vigencia las regulaciones que se habían establecido a través del Decreto 911/21, que prohibía los embarques de “cortes populares”, como asado, vacío, falda, matambre, tapa de asado, nalga y paleta, entre otros. De esta manera, aumentaron de manera significativa las toneladas exportadas.
Tal como se observa en el gráfico a continuación, las exportaciones acumuladas en los primeros nueve meses del año 2024 alcanzaron 699.987 toneladas, ubicándose 13% por encima del promedio de los últimos 5 años (619.410 toneladas). De este modo, podemos concluir que la carne que dejó de consumirse en Argentina fue depositada en el mercado externo.
En septiembre 2024, las ventas al exterior de carne bovina registraron un aumento de 2,9% respecto al mes de agosto 2024 y resultaron considerablemente superiores (+45,3%) a las de septiembre 2023.
La brecha entre el precio mayorista y el precio en góndola
Si analizamos la dinámica de precios de carne en mostrador junto con el precio de novillo y la inflación, se observa que las subas en hacienda y mostrador acumuladas superan a la inflación general durante prácticamente todo el período analizado. Esta dinámica se modifica a partir de abril de 2024, producto del aumento de la inflación general en relación a la suba de precios de carne bovina en góndola.
Adicionalmente es posible observar que hay una estrecha correlación entre el precio mayorista y el minorista. Sin embargo, en los últimos tres meses, mientras que el precio minorista evoluciona de forma similar a la inflación, el precio en hacienda continúa disminuyendo en términos reales.
En términos interanuales, tanto el precio mayorista como en góndola se ubicaron por debajo de la inflación general: el incremento fue de 165,5% para novillito, 163,6% en góndola y 209,1% para el IPC
Magro aumento de la oferta de faena en septiembre
Durante 2023, producto de la sequía, se experimentó una salida de faena, sobre todo vacas, bastante anticipada que se mantuvo muy firme durante todo el año. Resultado de ello, en todo el 2023, se enviaron a faena 14,5 millones de cabezas, 1 millón más que las faenadas en 2022, lo que equivale a un incremento del 8% anual.
Superada la etapa de sequía, en el periodo de enero a septiembre de 2024 se observa en todos los meses un descenso en términos interanuales de los envíos a faena salvo por los meses de febrero y septiembre en donde los guarismos aumentan 0,16 y 2,51% respectivamente. De acuerdo a los datos publicados por SENASA, referidos a traslados de hacienda a plantas frigoríficas, se registraron en septiembre 1,19 millones de cabezas faenadas, un valor 1,4% inferior a los remitidos en agosto y 2,51% superior respecto de septiembre de 2023.
En el análisis por categorías, durante el mes de septiembre el mayor incremento en los traslados a faena lo explican vaquillonas y machos enteros (MEJ), con un aumento de 4,4 y 3,3% respectivamente en comparación con agosto. En base a esta estadística, en los primeros nueve meses del año, la cantidad de animales enviados a faena resulta 7,2% inferior a 2023 pero todavía ligeramente superior lo registrado en 2022 (+1,8%).
2- Nueva retracción de precios en las primeras 3 semanas de octubre
Luego de la devaluación del 13 de diciembre, el precio de la hacienda en el mercado de Cañuelas mostró un fuerte incremento. El novillito liviano que en los 10 primeros días de diciembre rondaba los $1.660 el kilo, tras la devaluación, llegó a superar $1.950 el kilo y el promedio de diciembre marcó un incremento de 46% respecto al promedio de noviembre. En el primer cuatrimestre del año, la suba en promedio fue de 42% y luego se moderó en junio subiendo 0,5% respecto al promedio de mayo.
En los meses posteriores, julio, agosto y septiembre evidencian retracciones de 2,0; 0,6 y 3,8% respectivamente.
Finalmente, en lo transcurrido hasta el día 22 de octubre, el precio promedio del novillito de consumo interno registra una nueva baja intermensual de 1,1% en el mercado mayorista, alcanzando $1.965 el kilo.
Conclusiones
- En el noveno mes del año 2024, los precios en mostrador de los distintos cortes de carne bovina registraron una suba de 0,6% con respecto al mes de agosto. En términos interanuales, estos cortes incrementaron su precio 149,7% quedando por debajo del aumento general de precios de la economía (209,0). En diez meses de la actual gestión, los precios escalaron 119,3%.
- Los cortes que más aumentaron durante septiembre fueron los “caros”: registraron una suba de 0,8% destacándose el aumento mensual del vacío (3,7%) por sobre la inflación mensual. Por su parte, los cortes “intermedios” registraron un incremento levemente por sobre el promedio (0,7%) y los “económicos” experimentaron una retracción de 0,1%.
- Las principales subas en los precios durante el mes de septiembre se dieron en: pechito de cerdo (8,2%) y pollo entero (4,3%). Estos incrementos pueden estar impulsados por la mayor demanda de otro tipo de carnes por sobre la bovina, más económicas, en el contexto de pérdida de poder adquisitivo de los ingresos.
- El precio promedio de la carne bovina en carnicerías registró un alza mensual de 0,9%, mayor que en supermercados, donde se experimentó una retracción de precios de 0,1%. El aumento en carnicerías también había sido superior en agosto.
- En términos interanuales, en septiembre todos los cortes de carne bovina incrementaron sus precios por debajo de la inflación general de la economía. Por otro lado, los cortes más representativos del consumo interno quedaron por debajo o en el mismo nivel de la variación interanual de precios del promedio de carne bovina: matambre (136%), asado (146%) y vacío (151%).
- El pollo, sustituto de la carne bovina, aumentó de precio 4,3% en septiembre mientras que el asado lo hizo 0,5%, con lo cual disminuyó la brecha en relación al asado: se compran 2,57 kilos de pollo con 1 kilo de asado.
- A pesar de la moderación del incremento del precio de la carne bovina en el último trimestre, su consumo no repunta. El acumulado de los primeros nueve meses del año se ubicó en 46,8 kilos/hab/año y resultó 12,3% menor al registrado en igual período de 2023.
- Según el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, el consumo per cápita de carne bovina promediaría en 2024 44,5 kg/hab., el valor más bajo en 110 años y equipararía por primera vez el consumo de carne aviar (44,5 kg/hab.). Esto es el reflejo de la menor capacidad de compra de los salarios, donde el promedio ponderado del Índice de Salario del INDEC, registra una retracción en términos reales, de 10,4% en los primeros ocho meses del gobierno de Javier Milei.
- En contraposición, las exportaciones de carne bovina acumuladas en los primeros nueve meses del año 2024 alcanzaron 699.987 toneladas, ubicándose 13% por encima del promedio de los últimos 5 años (619.410 toneladas). De este modo, podemos concluir que la carne que dejó de consumirse en Argentina fue depositada en el mercado externo.
- En lo relativo a la oferta, en septiembre se registraron 1,19 millones de cabezas faenadas, un valor 1,4% inferior a las cabezas remitidas en agosto y 2,51% superior respecto de septiembre de 2023.
- En lo transcurrido del mes de octubre, hasta su día 22, el precio promedio del novillito de consumo interno registra una nueva baja intermensual de 1,1% en el mercado mayorista, alcanzando $1.965 el kilo.
Anexo
Precios Promedio mensuales de cortes seleccionados. Ene-20/Sep-24
Notas al pie
[1] Se utilizaron las series estadísticas de Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
[2] Nota completa: 105363 (bcr.com.ar)
[3] CEPA realiza una corrección del dato de salarios no registrados cuya captación es de EPH y tiene un retraso de 5 meses. Se utiliza una correlación lineal con el SMVM cuyo R2 es 0,9952.
Registro bibliográfico
Informe CEPA N° 416, ISSN 2796-7166.
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