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Análisis de los ingresos, gastos y resultados del Sector Público Nacional: datos a abril 2025

1.    El gobierno continúa con superávit fiscal y financiero

En abril, el Sector Público Nacional (SPN) registró un superávit fiscal primario de $845.949 millones. Luego del pago de intereses de deuda por $273.608 millones, el resultado financiero también fue positivo, alcanzando los $572.341 millones. Cabe señalar que este resultado no contempla los intereses devengados por las LEFI y LECAPS, lo que representa un ajuste contable de magnitud[1].

Los ingresos totales del SPN ascendieron a $10,3 billones, lo que implica un crecimiento interanual de 3,4% en términos reales.

En cuanto al gasto público, se registraron erogaciones por $9,5 billones, lo que representa una caída interanual de 1,2%. De esta manera, el gasto retomó su trayectoria descendente, luego de haber crecido en términos reales durante el primer trimestre del año.

La contracción real del gasto resulta aún más significativa si se considera la baja base de comparación que representó el nivel de gasto de abril de 2024. En dicho mes, los egresos cayeron 23,7% interanual. Así, al comparar con abril de 2023, la caída es mucho más pronunciada, alcanzando el 24,6%.         

En abril, el superávit primario representó el 8,2% de los ingresos totales del Sector Público Nacional. Esto significa que por cada $100 recaudados, el Estado logró ahorrar $8,2. Este ratio es mayor al alcanzado en abril de 2024, interrumpiendo la tendencia del primer trimestre, en el que venía reduciéndose la capacidad de ahorro del Estado en relación a los ingresos. Es un dato clave para monitorear la consistencia del programa fiscal.


2.    Los ingresos volvieron a crecer

Durante abril, el Sector Público Nacional (SPN) registró ingresos totales por $10.346.518 millones, lo que representa un crecimiento interanual de 3,4% en términos reales. Los ingresos tributarios crecieron 7,0%, impulsados principalmente por el Impuesto a las Ganancias, los Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social, y los Derechos de Exportación.

Entre los tributos con mayores aumentos se destacan: Ganancias (+22%), Aportes y Contribuciones (+26%), Derechos de Exportación (+52%) y el Impuesto sobre los Débitos y Créditos Bancarios (+17%). En contraposición, la categoría "Resto tributarios" cayó 54%, debido a la desaparición del Impuesto PAIS, que había tenido un fuerte impacto en la base de comparación del año anterior.

Respecto a los impuestos vinculados directamente a la actividad económica, se observan resultados dispares. El IVA registró una caída de 1%, explicada tanto por el parate de la actividad como por cambios en la recaudación aduanera. En particular, la derogación en marzo de 2025 de la suspensión de los certificados de exclusión afectó negativamente la recaudación de percepciones aduaneras en IVA y Ganancias, lo que profundizó la baja. Sin embargo, otros tributos vinculados a la actividad mostraron una mayor estabilidad relativa.


3.    El gasto corta su racha alcista del primer trimestre y vuelve a caer

Durante abril, los gastos totales del Sector Público Nacional (SPN) ascendieron a $9.500.569 millones, lo que representa una caída real de 1,2% interanual. De esta manera, se interrumpe la racha de crecimiento registrada en el primer trimestre y el gasto vuelve a contraerse en términos reales. Si la comparación se realiza contra abril de 2023, la baja es aún más significativa, alcanzando el 24,6%.

Dado que la base de comparación de abril de 2024 es particularmente baja, optamos por contrastar los niveles de gasto tanto con abril de 2024 como con abril de 2023. En la mayoría de las partidas, los incrementos interanuales observados en abril no alcanzan a compensar las caídas del año anterior, manteniéndose por debajo de los niveles de 2023.

Un ejemplo claro es el de las jubilaciones: aunque registraron un aumento interanual de 21%, en comparación con abril de 2023 los recursos destinados fueron 10% menores, consolidando el ajuste sobre este grupo etario. El DNU 274/2024, que modificó la fórmula de movilidad, indexa los haberes a la inflación, lo que garantiza estabilidad en el poder de compra en el mediano plazo, pero impide mejoras reales. En abril, los haberes aumentaron 2,4% (según la inflación de febrero), frente a una inflación del mes de 2,8%. Para quienes perciben la mínima, con el bono congelado en $70.000 desde marzo de 2024, la pérdida es aún mayor: si se actualizara al ritmo de los haberes, el bono debería ubicarse en $154.400.

Un patrón similar se observa en las pensiones no contributivas, que crecieron apenas 6% interanual y se encuentran 18% por debajo de abril de 2023. También en las transferencias a provincias, que, aunque muestran aumentos interanuales significativos (+155% en abril), se ubican 32% por debajo de los niveles de abril de 2023. Este crecimiento reciente responde principalmente al cumplimiento de la medida cautelar de la Corte Suprema en favor de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Como excepción al patrón general, solo dos partidas mostraron incrementos reales tanto respecto de 2024 como de 2023: las prestaciones de PAMI y la Asignación Universal por Hijo (AUH).

Si bien las transferencias a universidades también muestran este comportamiento de crecer respecto a 2024 y 2023, cabe señalar que dicho incremento responde a la postergación del pago de salarios en marzo: en abril, se pagaron los de ambos meses. Si los consideramos conjuntamente, las universidades recibieron 5% más que en marzo-abril 2024, pero 20% menos que en el mismo bimestre de 2023.

Por último, un conjunto de partidas sufrió la profundización del ajuste. Los gastos de capital, por ejemplo, continúan prácticamente paralizados. En abril, se registró una nueva caída interanual de 15% en términos reales, alcanzando un derrumbe de 81% en la comparación con 2023. Hasta el momento no se observan señales de reactivación de la obra pública, incumpliendo lo dispuesto por el Congreso en la Ley de Bases[2].

Los subsidios económicos también se retrajeron: 66% respecto a abril de 2024 y 71% respecto a abril de 2023, impulsado principalmente por subsidios a la energía. Por último, el rubro “Otros programas” continúa recortándose: más de 40% en relación tanto a abril de 2024 como de 2023.

En este rubro se incluyen políticas sociales dirigidas a los sectores más vulnerables, como la Tarjeta Alimentar, transferencias a comedores comunitarios y merenderos, el ex programa “Potenciar Trabajo” y el programa Acompañar, entre otros. Algunos programas fueron interrumpidos, otros reducidos (como Acompañar y Becas Progresar), y otros licuados sus montos. En el Potenciar Trabajo, por ejemplo, los montos permanecieron congelados todo 2024 y así continuaron en el primer cuatrimestre de 2025, erosionando su poder adquisitivo. En lo relativo a la Tarjeta Alimentar, su monto se encuentra congelado desde junio 2024.


4.    Actividad económica

El Gráfico 3 muestra la correlación registrada entre la recaudación de IVA y la actividad económica (excluyendo el componente agro, que sesgó el agregado, por la recuperación posterior a la sequía). Mientras que los datos sobre la actividad económica están disponibles hasta febrero, la recaudación de IVA se presenta hasta abril. Esto permite inferir que, si las condiciones se mantienen constantes, en marzo y abril la actividad económica podría estar experimentando una caída durante los dos meses.

En conclusión, los datos de recaudación muestran que se está vislumbrando un parate en la recuperación de la actividad económica.


5.    Metas FMI

A partir del acuerdo con el FMI, que habilitó un préstamo de 20.000 millones de dólares, el organismo volverá a monitorear el resultado fiscal del Sector Público Nacional que se analiza en este informe.

Si bien a abril de 2025, en el Staff Report del Fondo sólo aparece una cifra estimada, y no estrictamente una meta, se presentan en el gráfico 4, los objetivos a alcanzar en este 2025 en materia fiscal. A abril, se acumulan $5,203 billones de resultado fiscal. A septiembre, que es la meta que debe cumplirse para habilitar un desembolso, se deben acumular $9,3 billones de superávit fiscal. Debiera sostenerse entonces un resultado positivo de $0,81 billones en promedio por mes para cumplir la meta (en línea con el superávit obtenido en abril).


Conclusiones

  • Superávit fiscal: en abril, el Sector Público Nacional (SPN) registró un superávit fiscal primario de $845.949 millones. Tras el pago de intereses por $273.608 millones, el resultado financiero también fue positivo, alcanzando los $572.341 millones.
  • Ajuste contable: este resultado no incluye los intereses capitalizados por las LECAPs y LEFIs; de haberse contabilizado, el resultado financiero sería negativo. En abril, estos instrumentos capitalizaron 4.052 millones de USD, el equivalente a $4,7 billones, esto es, más de 8 veces el superávit financiero.
  • Ingresos moderados: los ingresos crecieron 3,4% interanual en términos reales. Los ingresos tributarios aumentaron 7%, impulsados principalmente por Ganancias (+22%), Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social (+26%) y Derechos de Exportación (+52%). No obstante, el IVA cayó 1% interanual, afectado por la derogación de la suspensión de certificados de exclusión, que redujo las percepciones aduaneras de IVA y Ganancias.
  • Se retomó el ajuste sobre el gasto: tras el alza del primer trimestre, en abril el gasto volvió a caer en términos reales, con una contracción interanual de 1,2%. Comparado con abril de 2023, la reducción fue aún más profunda: 24,6%.
  • Jubilaciones: aunque crecieron 21% respecto a abril de 2024, se destinaron 10% menos recursos que en abril de 2023, consolidando el ajuste sobre este grupo. El DNU 274/2024 ató los haberes a la inflación, lo que estabiliza el poder adquisitivo, pero impide su recuperación. En abril, los haberes subieron 2,4%, mientras que la inflación del mes fue 2,8%. El bono previsional permanece congelado en $70.000 desde marzo de 2024, y debería ser de $154.400 si se ajustara como los haberes.
  • Transferencias a provincias: se incrementaron 155% respecto a abril de 2024, pero se encuentran 32% por debajo del nivel de abril de 2023. El crecimiento responde casi exclusivamente a las transferencias a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el marco del cumplimiento de la cautelar de la Corte Suprema.
  • Gasto de capital y obra pública: los gastos de capital continúan paralizados, con una caída interanual de 15% y de 81% respecto a abril de 2023. No se observan señales de reactivación de la obra pública, incumpliéndose lo dispuesto en la Ley de Bases.
  • Partidas en ajuste: se profundizó el recorte real en “Otros programas” como Tarjeta Alimentar, comedores, Acompañar y ex Potenciar (-41%) y subsidios económicos. Estos últimos cayeron 66% respecto a 2024 y 71% frente a 2023.
  • Excepciones: sólo dos partidas mostraron incrementos reales tanto frente a 2024 como a 2023: las prestaciones de PAMI y la Asignación Universal por Hijo (AUH), que logran así escapar del ajuste generalizado.
  • Universidades: si bien las transferencias a universidades también muestran en abril este comportamiento de crecer respecto a 2024 y 2023, cabe señalar que dicho incremento responde a la postergación del pago de salarios en marzo: en abril, se pagaron los de ambos meses. Si los consideramos conjuntamente, las universidades recibieron 5% más que en marzo-abril 2024, pero 20% menos que en el mismo bimestre de 2023.
  • Actividad económica: la caída real del IVA sugiere que la economía se desaceleró en marzo y abril, interrumpiendo la recuperación registrada hasta febrero.
  • Metas FMI: en el marco del acuerdo con el FMI, el SPN acumula a abril un superávit de $5,2 billones. Para alcanzar la meta de septiembre ($9,3 billones), será necesario sostener un resultado positivo promedio de $0,81 billones mensuales en lo que resta del período (en línea con el superávit de abril).

Notas al pie

[1] En abril de 2025, estos instrumentos capitalizaron 4.052 millones de USD, el equivalente a $4,7 billones, esto es, más de 8 veces el superávit financiero.

[2] En la Ley Bases finalmente se incorporó un artículo para obligar al Poder Ejecutivo a retomar aquellas obras que estén con ejecución física superior a 80% o que cuenten con financiamiento internacional. Resta esperar su efectiva implementación.


Registro bibliográfico

Informe CEPA N° 483, ISSN 2796-7166.


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