Las lágrimas de Caputo y la escupidera de Bessent
El lunes antes de que abra el mercado, el secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, twitteo “EEUU está dispuesto a apoyar a la Argentina para estabilizar la economía con líneas de swap, compras directas de divisas y compras de deuda gubernamental” con el Fondo de Estabilización Cambiaria (FSE). El tweet permitió apaciguar las aguas financieras, luego de dos semanas de extrema tensión cambiaria. A la par, el gobierno impulsó la alícuota cero para exportaciones de granos (luego sumó carnes) hasta el 31 de octubre, con un tope de USD 7.000 millones. Esta medida trajo mucho debate, sobre todo porque la necesidad de dólares de Caputo significó un verdadero regalo a las grandes cerealeras.
Si el mercado descontaba el cuasi incumplimiento de las obligaciones en dólares de la Argentina, las palabras de Bessent y la aparición de oferta de dólares inmediata derivaron en una fiesta financiera: baja del dólar, suba de acciones y bonos, baja del Riesgo País. La solución fue al estilo Caputo: de manera temporaria y con dólares ajenos. La promesa de plata para un timbero reconocido hizo emocionar al ministro casi hasta las lágrimas, según sus propias palabras.
Pero ¿Qué significan estas medidas? ¿Ordenan la macro? ¿Cuál es el efecto sobre la economía cotidiana?
¿No hay plata? La decisión de reducir la alícuota a 0% hasta finales de octubre tuvo un costo fiscal de USD 1.513 millones. El beneficio era tan grande (particularmente para la soja, donde los DEX van de 24,5% a 26%) que el cupo se agotó en solo 48 hs. El escándalo es grandilocuente: como para realizar la DJVE (Declaración Jurada de Venta al Exterior) solo se exige la inscripción en el registro (es decir, no requiere tener el grano para declarar la exportación), las empresas se garantizaron el monto de exportación sin retenciones, pero pagarán el grano al productor sin ese beneficio, cuando, con el registro cerrado, el precio baje. Las que cubrieron el cupo fueron las grandes exportadoras: 6 empresas realizaron el 86,8% de las DJVE, equivalente a un ahorro total, por el no pago de retenciones, por aproximadamente USD 1.300 millones ¿Cuáles y cuánto? Estamos hablando de Cargill, cuyo beneficio ascendió a USD 328 millones, LDC, que sumó unos USD 222 millones, COFCO y AGD, con un ahorro de DEX por casi USD 200 millones cada una, Bunge y Molinos, con beneficios de USD 167 y 151 millones respectivamente, entre las principales. Teniendo en cuenta lo establecido en la Ley 26.351, la Secretaría de Agricultura debería exigir a las cerealeras que acrediten de modo fehaciente la tenencia o adquisición de las cantidades registradas con anterioridad a la finalización de la rebaja transitoria, algo que resulta de cumplimento imposible para las agroexportadoras. Si no cumplieran, debería aplicarse la alícuota mayor. Debería tener destino judicial.
La celeridad de las DJVE tiene su explicación: el acuerdo con EEUU implica la suba de las retenciones luego de octubre. Y deja a la vista algo importante: Argentina y EEUU no son complementarias. Compiten. De hecho, para los “farmers” no fue suficiente la aclaración de reposición de retenciones y pusieron el grito en el cielo por los embarques baratos que se garantizó China con la retención cero, con efectos sobre su rentabilidad.
Al mismo momento en que anunciaba la baja de retenciones, se conocía el decreto de suspensión de la ley de emergencia en discapacidad. Es decir, anunció, por un lado, que la alícuota de retenciones de granos sería de 0% hasta fines de octubre, mientras suspendía la ejecución de la norma “hasta tanto el Congreso de la Nación determine las fuentes de su financiamiento”. A todas luces una provocación. La decisión de desoír al congreso también resulta judicializable.
Swap o no swap. Bessent jugó fuerte y anunció que “El Tesoro está listo para comprar bonos argentinos en dólares”, “También estamos preparados para otorgar un importante crédito stand-by” y “el Tesoro está negociando actualmente con las autoridades argentinas una línea swap de 20.000 millones de dólares con el Banco Central”. Salvo lo referido al swap, el resto, por ahora son sólo declaraciones.
En abril de 2025, Bessent viajó a la Argentina por unas horas. En ese viaje mencionó que “a medida que esta administración mantenga su política económica inflexible, deberían eventualmente tener suficientes entradas de divisas para poder pagar el swap chino”. En aquel momento, el funcionario descartó una línea de crédito estadounidense. Pero hoy se abre el interrogante ¿el swap de Bessent viene a reemplazar el swap chino? Los montos son similares y la intención es manifiesta. Si fuera así, la Argentina no recibiría USD 20.000 millones “limpios”, como festejaron los libertarios. Pero, además, surgen una serie de interrogantes:
- ¿Cuál es la tasa del acuerdo? ¿Cómo será el esquema de activación? ¿USD 5.000 millones de los que se recibirían deberán girarse a China?
- Con el swap, China mantuvo siempre la postura, más allá del gobierno de turno, ¿EEUU tendrá la misma postura?
- Además de la suba de retenciones ¿cuáles son las condicionalidades adicionales? En abril Bessent sostuvo “Lo que intentamos evitar es lo que ha ocurrido en el continente africano, donde China ha firmado varios acuerdos rapaces que se presentan como ayuda, donde se han apropiado de derechos mineros y han añadido enormes cantidades de deuda a los balances de estos países”.
Lo que está claro es que el acuerdo no resuelve los problemas estructurales de la economía, no determina una hoja de ruta cambiaria futura ni sugiere que sucede si Milei no gana las elecciones. Pan para hoy, hambre para mañana.
¿El programa funcionó? Las medidas anunciadas le permiten al modelo Milei comprar tiempo. Esta ha sido la característica de la política cambiaria desde mediados de 2024, cuando el gobierno definió sostener el “dólar electoral”. Por eso resulta llamativo que el gobierno “venda” que EEUU ayuda a la Argentina porque el programa económico ha sido un éxito. Desde que asumió Milei, no alcanzó nada de esto:
- Blanqueo: USD 20.631millones
- Dólar Blend: USD 15.124 millones
- BOPREALES: USD 10.000 millones
- REPO con bancos privados: USD 3.000 millones
- Préstamo FMI: primer desembolso de USD 12.396 millones
- BONTE: USD 1.500 millones en total
- Baja de retenciones temporarias: USD +7.688 millones interanual de liquidación diferencial con el año anterior
- Dólar colchón: no funcionó
- Desembolso adicional de FMI: USD 2.069 millones
- Préstamos de OOII: USD 6.263 millones entre abril y agosto
¿Ahora tendría que funcionar con la baja temporaria de retenciones y el swap del Tesoro de EEUU? Por lo pronto, el agro no quiere pesos: suscribieron casi $4 billones en dólar linked y el gobierno endureció el cepo para que no arbitre el MEP con el dólar oficial. Además, los datos del balance cambiario arrojan USD 17.000 millones de fuga entre abril y agosto. Bessent ¿podrías volver a twittear?
Economía real. Lo cierto es que, aunque los funcionarios y twitteros libertarios pretendan ocultarlo, la vida de los argentinos no mejora. En la misma semana de euforia financiera se conoció que:
- La carne mayorista aumentó 6 a 7% en el segmento mayorista.
- En el mercado central, las frutas y verduras también pegaron un salto (+5% y +15% respectivamente)
- Se computan 16.322 empresas menos desde que asumió Milei
- Los incumplimientos de obligaciones de las familias alcanzaron 5,66%.
- Las ventas de supermercados muestran un nuevo descenso y se consolidan 10% abajo del promedio de 2023.
La fiesta sigue siendo de unos pocos.
Sobre este artículo
Por Hernán Letcher. Artículo originalmente publicado en Página/12, edición del 28 de septiembre de 2025.