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Precios Cuidados, versión septiembre 2017: la inflación de “salida” y el costo del reingreso

Informe sobre las modificaciones experimentadas en la política de acuerdo de precios en la Argentina en las tres canastas del período octubre 2015, mayo 2017 y septiembre 2017.

Si bien el programa Precios Cuidados fue presentado en los medios como una medida de control de precios, en efecto, se trató siempre de un acuerdo de precios. Con participación voluntaria, el programa promovía desde sus orígenes la firma de un acuerdo de precios de determinados productos previamente conveniados, haciéndose cargo el Estado de la difusión, la propaganda y la negociación con otros integrantes de la cadena –lo que resultaba especialmente beneficioso para las empresas más pequeñas-.

Por el éxito del Programa (1), y a contramano de su propio pensamiento económico en relación a las causas que originan la inflación (2), el nuevo gobierno se acogió a continuar con el Programa de Precios Cuidados. No obstante, se han sucedido renovaciones y variaciones en la canasta de productos que modificaron las premisas y espíritu original de este acuerdo de precios. Varias de ellas han sido sustanciales, haciendo difícil el cumplimiento del objetivo que originalmente se tenía.

En el informe previo, que se realizó en el marco del lanzamiento de la canasta de mayo 2017, se corroboraba una canasta es sustancialmente distinta, con cerca de 100 productos menos, menos alimentos, menos variedad y definitivamente menor calidad. Además, se constató una comercialización acotada a grandes supermercados, dificultando el acceso a los consumidores del interior y de menores recursos, que suelen consumir en comercios de proximidad.

En segundo lugar, se observó una tendencia al reemplazo de productos líderes por productos con menor peso en el mercado, afectando el principal objetivo del Programa: acuerdos que oficien como precios de referencia. Ya se trataba de un conjunto de bienes que servían de ancla para los precios, sino una canasta barata para pobres.

En tercer lugar, la eliminación de la propaganda y los controles a cargo del Estado (con un deliberado vaciamiento de la Secretaria de Comercio y su personal experto en el rubro), constituyeron también una de las principales falencias, ya que limitaron fuertemente el alcance del Programa, afectando a consumidores (tienen poca información y orientan su consumo a otros productos publicitados fuera del Programa) y a las empresas (eliminando el principal incentivo a participar, el de la publicidad).

En virtud de este balance previo, en el actual informe se revisan los cambios en la composición de la canasta de Precios Cuidados de septiembre 2017, apuntando a constatar si este nuevo acuerdo significa una modificación sustancial en las características del programa bajo el Gobierno de Cambiemos, o si se trata de cambios menores que no alteran el derrotero de una política pública venida a menos.


1- Menos alimentos

La canasta de Precios Cuidados lanzada en mayo 2017 contó con una menor cantidad de alimentos que la última canasta de 2015, y una cantidad similar –amén de las incorporaciones- puede constatarse en la canasta de septiembre 2017.

Considerando las listas de precios cuidados para el AMBA se observa que además de ser una canasta más reducida (481 productos en mayo de 2017 y 476 en septiembre de 2017 versus 505 en octubre de 2015), los alimentos y bebidas pasaron de representar el 67% a solamente un 57% e mayo 2017, y en septiembre esa cifra es de 61%, mejorando el peso de los alimentos sobre el conjunto de los productos de la canasta (sobre todo en rubros de lácteos y almacén), pero siendo aún más bajo que dos años atrás. Algunos rubros, como las bebidas alcohólicas, directamente desaparecieron y otros disminuyeron considerablemente, como es el caso de los productos frescos. Misma tendencia se observa para la continuidad del programa en septiembre 2017, donde por ejemplo la carne de pollo desapareció de la lista.

En el cuadro 2 se detallan los productos contenidos en la canasta de Precios Cuidados de los proveedores líderes del mercado para octubre de 2015, en el acuerdo correspondiente a mayo de 2017 y en el último que data de septiembre.

En función del cuadro precedente, entre los principales cambios en los acuerdos de 2017 respecto del acuerdo de 2015, se pueden mencionar:

  • Dejan de participar de ambos acuerdos de 2017 proveedores clave como: CCU, AGD y PEPSICO.
  • En octubre de 2015 se podían encontrar 19 variedades de aceite (el aceite Natura, Cañuelas y Cocinero). En mayo de 2017, solo se identifican 4 y para septiembre
    solamente 33.
  • Si bien habían salido en el acuerdo de mayo 2017, en el último correspondiente a septiembre se reincorporaron proveedores como Canale, Papelera del Plata, Kimberly Clark y Mastellone, pero lo hacen con una menor cantidad de productos que en 2015.
  • Otros proveedores siguen en el acuerdo (tanto de mayo como de septiembre 2017) pero con una significativa menor cantidad de productos, como es el caso de las firmas SC Johnson & Son, Bimbo, Molinos Rio de La Plata, Unilever, P&G y SANCOR. Gran parte de los productos que retiran del acuerdo eran las líneas más populares de cada empresa y fueron reemplazados por otros, menos vendidos.
  • El caso del reemplazo de la leche en sachet La Serenísima por la segunda marca de Mastellone, denominada La Armonía, es ilustrativo de esta estrategia de incorporación de segundas marcas y salida de las más vendidas. En efecto, en la línea de lácteos desde mayo ya no están las dos principales marcas del rubro -La Serenísima y SanCor, que representan el 80% del mercado lácteo- en lo que refiere a la leche en sachet y en dulces de leche. Sólo el dulce de leche de Mastellone volvió al acuerdo en esta oportunidad (septiembre). Asimismo, sigue afuera del acuerdo de precios el Queso Mendicrim de Sancor.
  • Las gaseosas línea cola: es paradigmático el caso de la Coca Cola común, variedad preferida por la gran mayoría de los consumidores y que representa un 70% del volumen de venta de la línea Coca-Coca. Este producto (Coca Cola común de litro y medio) fue reemplazado desde mayo 2017 por Coca-Cola Zero, que representa solamente el 10% del volumen de venta de la empresa. Tampoco se encuentran las gaseosas Seven Up y Mirinda en el rubro bebidas sin alcohol de Precios Cuidados 2017, tanto en la versión de mayo como de septiembre.
  • En lo que refiere a enlatados, fueron quitados en mayo 2017 el atún de la marca La Campagnola y de la marca Gomes Da Costa, dos de las marcas más vendidas en este rubro. 
  • Se constata a mayo y también a septiembre 2017 que la Cervecería y Maltería Quilmes eliminó, precisamente, la cerveza de Precios Cuidados (en 2015 estaba la cerveza Iguana y Quilmes de litro), y en lo que refiere a CCU (que produce las marcas Bieckert y Schneider) directamente salió del acuerdo como proveedor. Ello también ilustra la reticencia de un segmento del mercado de bebidas alcohólicas -populares en Argentina, como la cerveza- para acogerse a un acuerdo de regulación de precios. 
  • Cabe indicar que tampoco los acuerdos de 2017 contemplan ninguna variedad de vinos (antes se incluía Uvita y El Resero de RPB, Facundo y Finca La Escondida de
    Grupo Peñaflor, Resero de Fecovita y Lucuma de Mapawine) ni de Fernet (antes se incluía la marca 1882).
  • En materia de productos de higiene y cosmética, en mayo salieron del Programa Precios Cuidados dos importantes empresas como Papelera del Plata y Kimberly Clark, continuando solamente P&G y Unilever, pero adhiriendo este año con una menor cantidad de productos. En el acuerdo de septiembre retornaron tanto Papelera del Plata como Kimberly Clark con variedad de productos, como los pañales. 
  • En efecto, en octubre de 2015, tres importantes marcas líderes en pañales para bebés (Huggies, Pampers y Babysec) tenían una variedad en Precios Cuidados, y en mayo sólo quedó Huggies. En septiembre retornan Pampers (Procter&Gamble) y Babysec (La Papelera del Plata S.A.) aunque con aumentos significativos.

2- La ausencia de publicidad, el desembarco de las segundas marcas y el fin de los precios de referencia.

Un análisis más detallado de estos productos indica que los protagonistas de los nuevos acuerdos de precios 2017, tanto en la versión de mayo como de septiembre, son marcas desconocidas o segundas marcas de empresas importantes, como por ejemplo la leche Armonia de Mastellone cuya primera marca es La Serenísima, el arroz Cóndor de Molinos Rio de La Plata cuya primera marca es Luchetti. El establecimiento Las Marías tiene las yerbas mate Campo y monte y versiones de Taragui (la primera marca) menos conocidas como la Yerba Mate bajo contenido de Polvo paquete metalizado. Coca Cola tiene la Coca Cola Zero, una versión reducida en caloría de la más popular Coca Cola clásica, y similarmente Pepsi (de Quilmes) tiene la versión Pepsi Black y Pepsi ligth. La incorporación de productos de menor popularidad no es en sí mismo un aspecto negativo, ya que uno de los objetivos originales del programa era propiciar la participación en el mercado de proveedores más chicos y ampliar la oferta. Sin embargo, cuando la incorporación de productos de menor calidad se realiza de manera paralela a la eliminación de productos líderes y se evidencia una aparición de productos de segundas marcas de los mismos grandes proveedores concentrados, el beneficio al mundo pyme y la diversificación de proveedores pierde sentido. Pero además, al eliminar del programa el producto líder, se pierde la capacidad de oficiar de precio de referencia en el mercado, como se propuso en una primera instancia. Ambas cuestiones son el reflejo de nuevos intereses que orbitan en la Secretaria de Comercio, influenciada por los estrechos vínculos con el grupo La Anónima de la familia Peña Braun.

Cabe indicar una cuestión adicional. Uno de los instrumentos de los que se valió el acuerdo de precios fue la construcción de una marca paraguas -los Precios Cuidados-, a partir de una fuerte estrategia de publicidad implementada por el gobierno nacional. En marketing, una marca paraguas, se establece para transferir las propiedades percibidas como buenas en un producto, a otro no tan conocido en el mercado. La estrategia desde Precios Cuidados era establecer en el consumidor la asociación de una palabra y un logotipo con buenos precios y calidad. Se valía fuertemente de la inclusión de productos líderes en su segmento, que oficiaban como garantes de la calidad de toda la canasta. Este valor de marca es un activo con el cual contaba la Secretaría de Comercio, y el éxito de los Precios Cuidados para los productos de consumo masivo propició, bajo el mismo nombre, acuerdos de precios exitosos con empresas automotrices y corralones de construcción, expandiendo la lógica del programa a otras actividades fuera de las góndolas.

La expansión a través de Precios Cuidados puede notarse con una empresa de gran porte como Bimbo. El Pan Artesanal Fargo fue producido por Bimbo específicamente para Precios Cuidados en el 2014 y actualmente es una variedad más de la empresa –que logró instalarse-, y que fue retirada del acuerdo de precios. En efecto, Bimbo utilizó el programa para introducir productos y aprovechar la demanda que Precios Cuidados traccionaba.

Particularmente el mundo pyme posee interés en integrar el Programa Precios Cuidados con sus principales líneas de productos (tanto antes, en 2015, como ahora). En primer lugar, porque para las empresas de menor porte es difícil entrar en las cadenas de comercialización concentradas, dado que éstas prefieren directamente tratar con grandes proveedores (menos cantidad de actores para negociar, mayores facilidades en la logística, etc.), y por las exigencias que imponen los competidores grandes. En segundo lugar, porque el Programa les garantiza una posibilidad de ventas superior (incluso en la versión 2017), que si no están incluidos en el mismo. Por ejemplo el Grupo Queruclor que produce la conocida lavandina Querubín, el Laboratorio Ecovita dedicado a productos de limpieza, o Marolio que produce una gama de productos de almacén con el mismo nombre, han realizado fuertes inversiones en la etapa anterior para adecuar su producción a la demanda que la exposición en Precios Cuidados requería.

Sin embargo, la estrategia de Cambiemos ha sido fuertemente perjudicial para la potencialidad que el programa ostentaba. Vaporizó este activo intangible -que los publicistas denominan valor de marca- eliminando la publicidad, los productos líderes, el compromiso oficial del gobierno con el programa (recordemos las conferencias de prensa brindadas por el anterior Secretario de Comercio y el ex Ministro de Economía donde se informaba respecto de los avances en el acuerdo de precios) y despidiendo a la mayor parte del personal que tenía la experiencia y el conocimiento necesarios para llevar a cabo este trabajo.

En el marco de la reestructuración del programa, con menos marcas líderes y menor incidencia en el conjunto de los precios y elecciones de consumo, la estrategia de las grandes empresas reside en colocar en el programa sus productos menos vendidos –en general segundas marcas-, “liberando” a sus productos más vendidos de un acuerdo de precios que ponga techo a los aumentos (4). En efecto, aquellos productos que gozan de mayor popularidad y masividad (que generalmente están precedidos de fuertes estrategias publicitarias) no sólo pueden prescindir del programa para garantizar ventas (que además se redujo en su potencialidad y alcance) sino que prefieren hacerlo para definir aumentos de precios por encima del promedio. Casos abundan entre los mencionados previamente, como ocurrió con el retiro del programa de la Coca Coca Común y Seven Up o el retiro de todas las variedades de cerveza del acuerdo.


3- El promedio de aumentos superó al 3% en el reciente acuerdo

Si bien el anuncio realizado por el Gobierno indica un aumento en promedio de los precios del orden del 1,78% (5) para el cuatrimestre septiembre-enero, el relevamiento efectuado por CEPA arroja un aumento por encima del 3% para los productos que continúan dentro de la canasta. Además, si se consideran los productos que continúan desde octubre de 2015, el aumento promedio de precios entre los acuerdos de septiembre de 2015 y septiembre de 2017 alcanzó un promedio de 29,3%.


4- Se fueron para aumentar: la variación del precio a la salida de Precios Cuidados

Tomando dos casos paradigmáticos (gaseosa Coca Cola y Aceite Cocinero) que salieron del acuerdo en mayo de 2016 o septiembre de 2016, se estudió la evolución de precios que esos productos hubieran detentado de haber seguido dentro del acuerdo de precios y se la comparó con el precio actual. Para estimar la evolución de precios que debieron haber tenido de seguir integrando el programa, se supuso la pauta promedio de aumento cada uno de los acuerdos de precios hasta la actualidad.

Coca Cola

La Coca-Cola Común de 1,5 litros salió de Precios Cuidados hace 12 meses, en septiembre de 2016. El precio actual es de $43,12, mientras que si se hubiera mantenido dentro del acuerdo, considerando el promedio de aumentos de los productos del programa en cada nuevo acuerdo, el valor sería de $23,48. Es decir, el precio actual se encuentra 84% por encima del que hubiere correspondido si el producto se hubiese mantenido dentro del programa. También el aumento de precio de la gaseosa superó el promedio de la inflación del periodo. Desde el momento que la gaseosa salió del acuerdo, en septiembre de 2016, la inflación acumulada según el IPC-CABA fue del 25,81%, por lo cual si la trayectoria de precios hubiera seguido a la inflación, el precio tendría que haber sido $27,49.

Aceite Cocinero

El aceite Cocinero por 900 ml salió del programa en el acuerdo de mayo de 2016. Si hubiera continuado en Precios Cuidados, considerando el promedio de aumentos de los productos del programa en cada nuevo acuerdo, el precio sería de $14,11, muy inferior al valor hoy que alcanza los $33,29 (140% por encima del precio del producto si se hubiera mantenido en el programa). También este último valor se ubica muy por encima de la evolución de la inflación desde mayo de 2016, según IPC CABA. Si el incremento del precio del Aceite Cocinero se hubiera guiado por este guarismo, el precio hoy alcanzaría los $16,89.


5- “Cambios” que solo beneficiaron a las grandes empresas: volvieron con aumentos

En el cuadro siguiente vemos aumentos superiores al 70% en promedio, de aquellos productos que salieron en 2015 y retornaron en septiembre 2017.

Ejemplos de reingresos y recambios

  • Toalla femenina Always nocturna de La Papelera del Plata, que el octubre de 2015 se incluía con la variedad de 16 u a $28,50, y reingresa en septiembre de 2017 con un precio de $30 la presentación de 8 Esto representa un incremento de 110,5% por unidad.
  • Choclo en crema ALCO, de CANALE, que costaba $11,10 en octubre de 2015, salió de precios cuidados y reingresa en septiembre de 2017 a $12,87, un incremento del 35,3%.
  • Garbanzos en lata ALCO de 350 g, de CANALE, que estaba a $9,75 en octubre de 2015, también salió de precios cuidados y reingresa en septiembre de 2017 pero con un peso de 300 g, a $16,99, un incremento de 103,3%.
  • CANALE tenía en 2015 la mermelada de durazno en la canasta a $18,00. En septiembre de 2017, reingresan 3 variedades de mermelada de esa marca: Ciruela, naranja a $24,30 y frutilla a $32,80. Un incremento mínimo de 35%, aunque considerando que la variedad durazno suele ser más económica que las mencionadas.
  • Kimberly Clark tenía en octubre de 2015 los pañales Huggies clásicos. Dicho producto reingresó al Programa en mayo, aunque en diferentes Comparando el precio por unidad, por ejemplo el tamaño grande el aumento es de 66,1% y en el extra grande de 71,7%.
  • CANALE tenía en 2015 el dulce de batata por 700 g, a $33,30, que reingresa a $49,90, un 49,80% más.
  • La misma marca presentaba el puré de tomate ALCO por 520 gr a $7,25 y reingresa a $13,50, es decir, 86,2% por encima del precio anterior.
  • Finalmente, Kimberly Clark tenía en octubre de 2015 el papel higiénico Doble Hoja Scott Gold por 30 m a $32,00, en su presentación de 4 El reingreso se hizo a $40,42, un incremento de 26,3%.

El promedio de estos productos seleccionados que volvieron a entrar al Programa alcanza el 65% de aumento.


6- Una canasta incompleta

Adicionalmente a las modificaciones en materia de marcas, la nueva canasta de Precios Cuidados de mayo presentó una oferta láctea considerablemente más reducida, en paralelo a una escalada de precios de los mismos sin precedentes desde fines de 2015. En septiembre, no obstante, vemos que se incrementan –aunque no de forma significativa- la cantidad de lácteos en el acuerdo.

Sigue afuera en el acuerdo de septiembre 2017 un producto clave como el pollo, y el principal producto lácteo -la leche fluida entera en sachet- se ofrece en una única opción de una segunda marca. No solo la canasta es incompleta, sino que va mutando según las necesidades de las Empresas: por ejemplo, en mayo de 2017 había 20 variedades de pescado en conserva (atún y caballa), y en septiembre de 2017 ya no hay ninguna.

En relación a los productos frescos, entre octubre 2015 y mayo 2017, la canasta ha pasado de 10 a 5 cortes de carne y de 9 a 5 variedades de frutas y verduras. En septiembre, lo que vemos es que eso se mantiene sin cambios.

En este caso en particular, se constata el particular interés de los supermercados en conservar para sí el negocio de los frescos, sin controles de precios. Los supermercados realizan una importante inversión en la cadena de frío, y la logística, tanto para carnes como para verduras y frutas y los márgenes obtenidos son claves en el negocio. El supermercado no tiene interés en limitar los beneficios derivados de ese capital inmovilizado.


7- Una canasta menos inclusiva

En octubre de 2015 la canasta de Precios Cuidados incluía numerosas opciones para celíacos, como el postre en polvo mousse y premezcla para panadería y repostería, apostando a un acuerdo diverso e inclusivo, fundamentalmente en un segmento donde los diferenciales de precios son significativos. Por ejemplo, un kilo de harina de arroz libre de gluten a septiembre cuesta entre $70 y hasta $100 en los supermercados de grandes cadenas. Un kilo de harina común entre $18 y $25. Un paquete de galletitas de chocolate por 200 gr a 300 gr, cuesta entre $45 y hasta $82, cuando la variedad común no supera los $25. El kilo de fideos aptos para celíacos cuesta hasta $200, cuando la variedad común cuesta $menos de $70.

También se destaca la eliminación de las aguas saborizadas Cellier-Favaloro, bajas en Sodio, el agua mineral Nihuil y las tapas de tarta Mendía y la manteca baja en sodio Sancor. Todos productos aptos para el consumo de personas con dolencias coronarias. Una gran parte de los adultos mayores tiene que consumir alimentos bajos en sodio, afrontando en su alimentación un costo mayor, sumado a que ahora deben afrontar el costo de los medicamentos que el PAMI ya no entrega y la evolución de las jubilaciones por debajo de la inflación.


8- En las góndolas: relevamiento de Precios Cuidados en supermercados

Se realizó un relevamiento en tres supermercados de las cadenas VEA, Wallmart y Carrefour, pudiéndose observar que la cantidad de productos de precios cuidados que se encuentran en la góndola no superan el 11% de los productos que teóricamente constan en el acuerdo, en ninguno de los tres establecimientos visitados.

Estos porcentajes difieren sustancialmente de los porcentajes de incumplimiento difundidos por la Secretaria de Comercio interior de la anterior administración. En abril de 2015 el porcentaje de cumplimiento del acuerdo para VEA del 81%, del 78% para Walmart y el 85% para COTO.

Otra cuestión, de orden cualitativa, surge de analizar los proveedores que se pueden encontrar en los supermercados: la mayor parte son productos de grandes proveedores, y la participación de las empresas más pequeñas resulta marginal. Se detallan los productos encontrados de productores pequeños y medianas.

  • En el rubro bebidas, solo se encontró el agua CELLIER de PRODEA en Wallmart y la gaseosa Cunnington Cola del mismo proveedor en COTO.
  • En el supermercado VEA, en el rubro alimentos, solo se encontró la caballa de Pennisi y la leche La Suipachense. Además, cabe aclarar que la caballa no pertenece al
    acuerdo de precios actual, sino al de mayo, con lo cual la publicidad de este producto en precios cuidados no es correcta. 
  • En el supermercado Wallmart, en el rubro alimentos, se encontraron solamente las galletitas TOSTEX del proveedor del mismo nombre y las galletitas Paseo. Las últimas no pertenecen al acuerdo actual.
  • En el supermercado COTO, en el rubro alimentos, se observaron los dulces Emeth de Dulfix y el vinagre Favinco de FRADEALCO.
  • Los rubros donde mayor cantidad de empresas medianas y pequeñas se encuentran corresponde a limpieza y aseo personal, donde se encuentran productos de
    Laboratorios Ecovita, FRADEALCO, Suiza e Iberia.

Conclusiones

1- Menos alimentos

  • Se evidencia una oferta significativamente más restringida en los acuerdos de mayo y septiembre de La canasta de Precios Cuidados de septiembre de 2017 mantiene la misma tendencia que la de mayo de 2017: considerando la canasta de AMBA, 474 productos en mayo de 2017 y 476 en septiembre de 2017 versus 505 en octubre de 2015.
  • Los alimentos y bebidas pasaron de representar el 67% a solamente un 61% del conjunto de los productos de la canasta entre octubre de 2015 y septiembre de 2017.

2.  La ausencia de publicidad, el desembarco de las segundas marcas y el fin de los precios de referencia.

  • Los protagonistas de los nuevos acuerdos de precios 2017, tanto en la versión de mayo como de septiembre, son marcas desconocidas o segundas marcas de empresas importantes, como por ejemplo la leche Armonía de Mastellone cuya primera marca es La Serenísima, el arroz Cóndor de Molinos Rio de La Plata cuya primera marca es Luchetti. La reestructuración del programa, con menos marcas líderes y menor incidencia en el conjunto de los precios y elecciones de consumo, la estrategia de las grandes empresas reside en colocar en el programa sus productos menos vendidos – en general segundas marcas-, “liberando” a sus productos más vendidos de un acuerdo de precios que ponga techo a los aumentos. Esto atenta contra la esencia del Programa: que los precios de los productos en acuerdo sean referencia de precios para los productos por fuera de los Sumado a esto, la política de eliminar la publicidad ha afectado sensiblemente el lugar que ocupa Precios Cuidados en el consumo popular.

3.  El promedio de aumentos superó el 3% en el reciente acuerdo

  • Si bien el anuncio realizado por el Gobierno indica un aumento en promedio de los precios del orden del 1,78%, el relevamiento efectuado por CEPA arroja un aumento por encima del 3%.

4.  Se fueron para aumentar: la variación del precio a la salida de Precios Cuidados

  • Tomando dos casos paradigmáticos (gaseosa Coca Cola y Aceite Cocinero) que salieron del acuerdo en septiembre de 2016 y mayo de 2016 respectivamente, el resultado muestra que la salida implicó un sensible aumento del
  • En el caso de la Coca Cola Común de 1,5 litros, que salió de Precios Cuidados en septiembre de 2016, el precio actual de $43,12, se encuentra 84% por encima del que hubiere correspondido si el producto se hubiese mantenido dentro del programa y muy por encima también del 25,81% de la medición de inflación de CABA para el período septiembre de 2016 a
  • El aceite Cocinero por 900 ml salió del programa en el acuerdo de mayo de Si hubiera continuado en Precios Cuidados, considerando el promedio de aumentos de los productos del programa en cada nuevo acuerdo, el precio sería de $14,11, muy inferior al valor hoy que alcanza los $33,29 (140% por encima del precio del producto si se hubiera mantenido en el programa).

5.  “Cambios” que solo beneficiaron a las grandes empresas: volvieron con aumentos

  • El promedio de estos productos seleccionados que volvieron a entrar al Programa alcanza el 65% de aumento.
  • Algunos ejemplos son:
    • Garbanzos en lata ALCO de 350 g, de CANALE, que estaba a $9,75 en octubre de 2015, también salió de precios cuidados y reingresa en septiembre de 2017 pero con un peso de 300 g, a $16,99, un incremento de 103,3%;
    • Kimberly Clark tenía en octubre de 2015 los pañales Huggies clásicos. Dicho producto reingresó al Programa en mayo, aunque en diferentes presentaciones. Comparando el precio por unidad, por ejemplo el tamaño grande el aumento es de 66,1% y en el extra grande de 71,7%;
    • La marca CANALE presentaba el puré de tomate ALCO por 520 gr a $7,25 y reingresa a $13,50, es decir, 86,2% por encima del precio anterior.

6.  Una canasta incompleta

  • Adicionalmente a las modificaciones en relación a las marcas, la nueva canasta de Precios Cuidados presenta una oferta láctea considerablemente más reducida, en paralelo a una escalada de precios de los mismos sin precedentes desde fines de 2015 (según INDEC, el precio de los lácteos se incrementó entre un 40% y 45% en el 2016). Resulta ilustrativo de esta política el hecho de que ya no esté contemplado un producto como la manteca, y que el principal producto lácteo -la leche fluida en sachet- se ofrezca en una única opción de una segunda marca.
  • También es muy reducida la oferta de aceites, que paso de 20 en octubre de 2015 a 4 en mayo de 2017 y solo 3 en octubre. El aceite es uno de los productos que registró más aumentos de precios. 
  • En septiembre de 2017, se quitaron las 20 variedades de pescado en conserva que había en mayo de 2017.
  • En relación a los productos frescos, la canasta ha pasado de 10 a 5 cortes de carne y de 9 a 5 variedades de frutas y verduras.

7.  Una canasta menos inclusiva

  • Finalmente, los recortes se manifiestan en productos para celíacos. En octubre de 2015 la canasta de Precios Cuidados incluía numerosas opciones para celíacos, como el postre en polvo mousse y premezcla para panadería y repostería, apostando a un acuerdo diverso e inclusivo, fundamentalmente en un segmento donde los diferenciales de precios son significativos.
  • Se destaca la eliminación de las aguas saborizadas Cellier-Favaloro, bajas en Sodio, el agua mineral Nihuil y las tapas de tarta Mendía y la manteca baja en sodio Todos productos aptos para el consumo de personas con problemas cardíacos.

8.  En las góndolas: relevamiento de Precios Cuidados en supermercados

  • El relevamiento realizado por CEPA, en tres supermercados de las cadenas VEA, Wallmart y Carrefour, pudo constatar que la cantidad de productos de precios cuidados que se encuentran en la góndola no superan el 11% de los productos que teóricamente constan en el acuerdo, en ninguno de los tres establecimientos
  • Estos porcentajes difieren sustancialmente de los porcentajes de incumplimiento difundidos por la Secretaria de Comercio interior de la anterior administración. En abril de 2015 el porcentaje de cumplimiento del acuerdo para VEA del 81%, del 78% para Walmart y el 85% para COTO.
  • Otra cuestión, de orden cualitativa, surge de analizar los proveedores que se pueden encontrar en los supermercados: la mayor parte son productos de grandes proveedores, y la participación de las empresas más pequeñas resulta marginal.

Dossier: los objetivos del Programa Precios Cuidados

El Programa se implementó desde fines de 2013 con varios objetivos:

Condicionar el aumento de precios en general, oficiando los productos acordados como precios de referencia.

Dado el carácter oligopolizado del mercado argentino, particularmente en el sector alimentos, el programa apuntó a limitar el margen de acción de las empresas formadoras de precios en el mercado de consumo masivo. El acuerdo de precios alcanzaba a productos de primeras y segundas marcas porque el objetivo era oficiar como precios de referencia en las distintas alternativas de consumo, teniendo efecto por lo tanto sobre el resto de los precios de los productos de la competencia: si un producto representativo de una determinada categoría tenía un aumento de precios trimestral ubicado entre 2 y 3%, difícilmente otros productos y marcas, fuera del acuerdo, aumentarían más que dicho parámetro.

En lo que respecta a la producción alimenticia por ejemplo:

  • En el caso de la cerveza, las multinacionales Quilmes, CICSA Y CASA Isembeck se reparten el mercado a través de las marcas Quilmes, Schneider, Heineken, Stella Artois, Brahma, Warsteiner, entre otras.
  • En yerba mate el 50% depende de Las Marías, Hreñuk A., Molinos Rio de la Plata y La Cachuera.
  • El 78% de los enlatados los produce Arcor.
  • El 80% del aceite comestible es acaparado por Molinos Rio de la Plata y AGD de Urquía.
  • El 75% del azúcar blanca la produce Ledesma.
  • 2 empresas (Bagley Argentina, del grupo Arcor y la multinacional Kraft- Mondelez) controlan el 60% del mercado de galletitas.
  • En panificados, Bimbo, multinacional de capitales mexicanos controla el 80% de la producción través de las marcas Fargo, Bimbo y Lactal.
  • Solo 2 empresas de capital nacional (Mastellone/La Serenísima y Sancor) controlan el 82% de la producción de leche.
  • Coca Cola y Pepsi controlan el 82% del mercado de gaseosas.
  • 4 empresas multinacionales (Unilever, Johnson & Son, Procter & Gamble y Reckit Benckiser) controlan el 83% del mercado de productos de limpieza (jabón en polvo, lavandina, desodorantes, detergente, etc).
  • 3 empresas (Kimberly Clarck, Procter & Gamble y Papelera del Plata) monopolizan el mercado de pañales descartables para bebés).

En la comercialización la situación no es muy distinta:

  • En lo que refiere a las ventas de los supermercados, según datos para el año 2011, el Grupo S. A. (conformado por Carrefour, Día y Carrefour Express) con 600 bocas de expendio en todo el país registró una facturación anual aproximada de 16.000 millones de pesos.
  • Le sigue Cencosud A. (Jumbo, Disco y SuperVEA) de origen chileno, con 280 bocas y una facturación de 9700 millones de pesos. COTO CICSA, con 113 bocas facturó 5400 millones.
  • Walmart Argentina A (Walmart, Changomás y Changomás Express) con 61 bocas de expendio facturó 4000 millones.
  • Finalmente, el Grupo A, Importadora y Exportadora de la Patagonia (donde se encuentra La Anónima, Quijote y Best), con 112 puntos de venta, también rondó los 4000 millones de facturación anual.

Servir como mesa de negociación entre los distintos eslabones que participan en la cadena de producción y comercialización.

Tal como se mencionó en el apartado anterior, los mercados de productos de consumo masivo, y especialmente la producción y comercialización de alimentos, se caracterizan por funcionar con cadenas de valor en las cuales existen eslabones críticos (comandos en la cadena), donde un número muy pequeño de participantes ostenta el poder suficiente para apropiarse de un porcentaje del excedente superior a los demás segmentos, dejando mayores perjuicios en los extremos de la cadena: pequeños productores y consumidores finales. La fijación de acuerdos de precios con compromiso de partes apuntaba, asimismo, a generar una instancia de negociación donde los costos de cada etapa del proceso pudieran transparentarse y arribarse, de ese modo, a consensos sobre aumentos de precios que satisficieran al conjunto de los actores.

En este contexto, cabe indicar que el Estado argentino cuenta con escasas herramientas para hacer frente a una política antinflacionaria, de control de márgenes de la cadena y de eficaz defensa de los derechos del consumidor. En efecto, la concreción de acuerdos voluntarios con el sector privado fue la forma de intervención que estaba disponible ante la ausencia de herramientas directas de intervención en el proceso de formación de precios en los mercados. Precios Cuidados permitió, desde un abordaje ingenioso (que proponía beneficios cruzados, donde distintas marcas podían ver incrementar sus ventas gracias a la difusión y efectividad del programa), poder sentar en una mesa a distintos eslabones de la cadena de valor y participar del proceso de distribución de la renta a lo largo de la cadena. Precisamente, el paquete de leyes aprobado en septiembre de 2014 tuvo por objetivo subsanar esta ausencia de herramental jurídico para un rol más activo del estado en esta materia.

Siguiendo esta línea, el Programa Precios Cuidados nació – en los hechos- como corrección de una política previa, el Programa Mirar para Cuidar. El mismo, ponía exclusivamente el foco en el precio final del producto, sin analizar los costos y márgenes involucrados a lo largo de toda la cadena productiva, logística y de comercialización. En efecto, el control se concentraba en los grandes supermercados, sin realizar una tarea aguas abajo. Si bien reducir el control a la contención de los precios en el último eslabón evita, en el mejor de los casos, el aumento del precio del producto final, ello conlleva un reordenamiento interno de las rentabilidades de cada eslabón de la cadena productiva y comercializadora que no necesariamente se realiza con un reparto justo de los excedentes en cada segmento. Así, por ejemplo, con el programa Mirar Para Cuidar podía darse la situación que un supermercado mantuviera el precio acordado en góndola, pero también lograra al mismo tiempo aumentar su margen de ganancia porque transfería los costos del acuerdo a un eslabón más débil de la cadena (un pequeño productor o incluso la propia industria). Las formas de afectar esa rentabilidad de eslabones previos podían darse vía bajos precios, dilatación de plazos de pago o exigencias adicionales en materia logística, etc. Por eso, la experiencia acumulada en el programa Mirar para Cuidar impulsó el Programa Precios Cuidados. El éxito del mismo (con consumidores que exigían precios razonables) y la decisión de la Secretaría de Comercio de avanzar en la discusión de márgenes de rentabilidad de la cadena de valor, propició una ostensible resistencia del sector empresario a los avances del Estado.

Hacia fines de 2014 se votó la Ley de Regulaciones de las Relaciones de la Producción y Consumo (Ley 26.993) que reformó la antigua Ley de Abastecimiento y a través de la ley 26.992 se creó el Observatorio de Precios de Insumos, Bienes y Servicios para intervenir en estados previos de la cadena de valor. La modificación de la denominada “ley de abastecimiento”, obsoleta en algunos aspectos de su texto, colocó en pie de guerra a importantes actores económicos concentrados. El fin de la aplicación de esta ley (derogación “de hecho”) y el fin de los pedidos de informes de costos que realizaba la cartera de Comercio, han sido uno de los principales reclamos efectuados a los Ministros Cabrera y Braun en las postrimerías de 2015.

Propiciar que las empresas productoras más pequeñas comercialicen sus productos en las redes de distribución tradicionales bajo condiciones favorables.

Los pequeños productores suelen tener problemas para comercializar y dar a conocer sus productos en las cadenas de supermercados más reconocidas. La oferta está prácticamente monopolizada por las empresas multinacionales alimenticias. Para el supermercadista, constituye una facilidad negociar un único volumen de muchos productos con una empresa grande que pueda asegurarle un stock relevante, agilizar y economizar la distribución (además de tratarse de los productos que se encuentran instalados en el mercado y significaría una desventaja comercial no ofrecerlos en las góndolas). Adicionalmente, el no abrir el juego suele ser una exigencia de las grandes empresas proveedoras con los supermercados para mantener su posición de privilegio.

Por otro lado, al tratarse de empresas multinacionales en muchos de los casos, tanto de lado del productor como del supermercado distribuidor, con relaciones que exceden el ámbito nacional, la regulación de esa relación res realmente dificultosa. El programa de Precios Cuidados tenía como uno de los objetivos, favorecer la introducción de empresas productoras más pequeñas. Los productores más pequeños se beneficiaban porque era el Estado el que negociaba los precios, márgenes de ganancias, distribución de los productos y además invertía en la publicidad. Como complemento del Programa, se impulsó la Red de Comercios de Proximidad de la Argentina (Red COMPRAR), discontinuada por Cambiemos ni bien asumió en diciembre de 2015.

Empoderamiento de los consumidores.

La alta aceptación y cumplimiento por parte de proveedores y supermercados del Programa permitió que los consumidores, informados y con referencias claras, empezaran a tener mayores herramientas para defender sus derechos. Los supermercados ya no pudieron actuar de cualquier manera y tuvieron que responder y dar explicaciones a sus clientes frente a los reclamos por faltantes, ausencia de señalización o incumplimiento de precios. Para que esto ocurriera fue fundamental la difusión del Programa mediante diferentes canales de comunicación, los controles e inspecciones permanentes, la posibilidad de realizar reclamos ante la Secretaría de Comercio (a través de la página web o el 0800 de atención al consumidor) y la conformación de equipos de trabajo para el seguimiento y mejoramiento del programa.


Notas al pie

(1) En el 2014, el programa llegó a incorporar 108 nuevos productos a los 194 ya existentes desde el lanzamiento del plan, y para octubre de 2015, se alcanzaron 505 productos. A estos también se sumaron opciones para celíacos, lo que adicionó una importante opción para poblaciones que necesitan alimentos específicos. Otro dato es que durante el bienio 2014/15, se incorporaron los supermercados mayoristas, que representaban en su franja una reducción de alrededor del 10% en los precios respecto a los valores vigentes. El programa Precios Cuidados logró una cobertura de 2.018 bocas de expendio de las grandes cadenas de supermercados de todo el país, 308 puntos de venta de los supermercados y autoservicios regionales de la mayoría de las provincias, 120 principales supermercados mayoristas y distribuidores de todo el país, 302 supermercados chinos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Gran Buenos Aires y 4.500 almacenes de más de 120 municipios de todo el país adheridos a la red federa COM.PR.AR. Además, los productos específicos para celíacos se comercializaban en 89 dietéticas.

(2) La mirada ortodoxa lejos se encuentra de identificar a los empresarios como causantes de los aumentos de precios y, por el contrario, identifica al Estado como principal responsable de la sucesión de aumentos de precios producto de los elevados niveles de emisión monetaria. Desde la ortodoxia económica, los controles o acuerdos de precios se consideran medidas intervencionistas obstructoras del libre funcionamiento del mercado. En este sentido, Precios Cuidados era un programa que intervenía desde distintas aristas: como programa anti-inflacionario, como política de defensa de la competencia para evitar apropiación de rentas extraordinaria y al mismo tiempo era una política de defensa del consumidor.

(3) Respecto del aceite, en el acuerdo de precios de octubre de 2015, se contemplaron 25 variedades producidas por 9 empresas en las que se encontraban AGD, Nidera, Molinos Rio de la Plata y Molinos Cañuelas. Desde el año 2008 estaba vigente un fideicomiso con aportes privados que se nutría del 1.2% de las retenciones a la soja y granos. A fines del 2015, el fideicomiso aceitero había llegado a los $4.000 millones de pesos. Con ese fideicomiso -que era manejado por un banco privado- se subsidiaba el precio del aceite al consumidor y se otorgaba por la cámara aceitera a los productores de aceite (los cuales eran coincidentes con los que integraban el acuerdo de Precios Cuidados) en relación a la producción que registraban. En el primer acuerdo de precios de la nueva gestión, en enero de 2016, sólo se incluyeron 4 variedades de aceite: dos tamaños de Cada Día y dos tamaños de Natura, todos de la firma Aceitera General Deheza (AGD). En el acuerdo posterior (mayo de 2016) curiosamente se eliminaron los aceites en el acuerdo de Precios Cuidados. En efecto, el gobierno mantuvo el funcionamiento del fideicomiso hasta fin de 2016, aunque con una notable caída en el fondo, por la quita de retenciones. A partir de 2017 el fideicomiso dejó de funcionar. En este contexto, durante todo el 2016 la Secretaría de Comercio continuó negociando el precio del aceite, aunque con niveles de aumentos muy superiores a los pactados en Precios Cuidados. En un principio, se habían pactado aumentos de un 30% a partir de julio de 2016, y a partir de dicho mes no hay información oficial disponible respecto de cómo evolucionaron los precios de aceites acordados con la Secretaría (y qué porcentaje de subsidio -que se asume decreciente- se otorgó a las empresas aceiteras).

(4) Otrora también ha habido casos donde las empresas usan el programa para colocar “rezagos”. Por ejemplo, Unilever, propuso para Precios Cuidados en el primer acuerdo de 2014, la introducción de la variedad flores de naranja, poco reconocida hasta el momento y con bajas ventas.

(5) https://www.clarin.com/economia/nueva-lista-precios-cuidados-promedian-aumento_0_BkgXXZAt.html


  


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