En este cuarto informe se presenta un relevamiento de la conflictividad social y laboral (1) durante el primer trimestre de 2017, atendiendo a la cuantificación y clasificación de los conflictos existentes en el período mencionado.
Desde el gobierno nacional se lanzó esta semana el Programa de Inserción Laboral que tiene por objetivo “empalmar” los planes sociales existentes con una relación de dependencia o nueva contratación para el beneficiario. Como indica el programa: "la ayuda económica mensual que percibirán los participantes de programas nacionales de empleo y de desarrollo social durante la nueva relación laboral tendrá carácter de subsidio al empleo y podrá ser contabilizada por los empleadores como parte de su remuneración laboral neta mensual" (1). Asimismo, se determinó que "los empleadores interesados en acceder al incentivo económico para la contratación laboral de participantes de programas nacionales de empleo o de desarrollo social" deberán adherir al Programa de Reinserción Laboral creado en el año 2006 y "solicitar la incorporación al mismo de las trabajadoras y los trabajadores que contraten" (2).
Desde principios de marzo de 2017 a la fecha, la conflictividad a nivel nacional y particularmente en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires ha ido incrementándose con diferentes metodologías de protesta, primando aquellas con participación en la vía pública, como los paros con movilización, las concentraciones en las puertas de instituciones/organismos, los cortes de ruta y calles y las ollas populares.
En el día de ayer se conocieron los datos de INDEC referidos al empleo privado de 2016. El mismo es útil para confirmar varias de las afirmaciones vertidas por CEPA en relación al funcionamiento actual del mercado de trabajo.
Uno de los grandes pilares conceptuales de la campaña de Cambiemos fue el tan mentado retorno de la “confianza”, que entre otros aspectos permitiría reinsertar a Argentina en el mundo y recibir de esta forma, una consistente “lluvia de inversiones”. Finalmente, la llegada de inversiones significó sólo una sutil “garúa”, estrechamente relacionado con el negocio financiero garantizado por las altas tasas y el endeudamiento externo.
El jueves 16 de marzo se conoció la tasa de desocupación estimada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos –INDEC-, del orden del 7,6% para el cuarto trimestre de 2016, abarcando 31 aglomerados urbanos. Las estimaciones previas habían arrojado guarismos de 9,30% y 8,50% para el segundo y tercer trimestre de 2016, respectivamente. En este sentido, los últimos datos publicados han contribuido a validar un discurso oficial asociado a la “reactivación” económica.
Mauricio Macri mencionó recientemente que la conflictividad del país influye en la llegada de inversiones. Esta resulta la enésima razón sostenida por Cambiemos en relación a las razones que explicarían la escasa llegada de inversiones en nuestro país. En la misma línea ya se había expresado Eduardo Eurnekian, quien expresó que "el dinero no va a venir porque todos los días hay un despelote".
En la inauguración de la exposición rural 2016 el presidente Mauricio Macri sostuvo que "desde hace siete meses trabajamos en el Gobierno para que el campo sienta que se le ha sacado la pata de encima y ahora se le está tendiendo la mano". No sólo se trató de un discurso presidencial que retomó una tradición de subordinación política al poder económico agroexportador abandonada hace 15 años sino que además consistió en un acto simbólico de reconocimiento del poder de la oligarquía pampeana: "El campo es mucho más que lo que puede producir, es más que los impuestos que puede pagar, es nuestra historia y emblema".
El objetivo del Observatorio de Conflictividad Socio-Laboral del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) consiste en realizar un seguimiento de la cantidad y características de los conflictos laborales y no laborales (sociales) que tienen lugar en el territorio nacional, en virtud de constatar las tendencias que se manifiestan a este respecto, dentro del marco de las transformaciones socio-económicas en la actual coyuntura, y de las diferentes estrategias de acción que llevan a cabo las organizaciones sindicales, políticas y sociales que participan de las intervenciones.